En éste hogar encontramos los abuelitos de mayor edad quizas que en otros y algunos en estado de postración ya en sus camas, donde quienes los cuidan nos dan ejemplo de amor.
El yogurt con fruta y mahaprasadam fue el alimento para su alma que agradecieron mucho y que repitieron suficiente incluso alguno hasta 3 y 4 veces...con ansiedad de recibir.
Como no caben en la sala estuvieron en el corredor, escaleras y algunos fuera de sus cuartos, atendiendo esta visita de vida.
Nos preguntaron mucho por Fernando que les había enseñado una oración que querían repetir y decirle que la recordaban que volviera que lo esperaban para escucharle sus palabras de vida y sabiduría.
Recibieron la música del alma, una dosis de energía espiritual que los conecta, los alegra, especialmente los despierta, porque algunos duermen y ya están lejanos y con la música de Dios, cantan, sienten la presencia de su padre divino y oran muy lindo.
Y finalizamos con la charla conciente, en la se repitieron los sonidos que sanan en mantra meditación, de manera que la vibración de Dios quede en su alma, en las paredes, en la casa, en todo su entorno para siempre.
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